ascensor

Hay gente que tiene algún tipo de animadversión hacia ciertos objetos. A mí me ocurre con los ascensores, bueno más bien creo que la que les caigo mal soy yo.
Nunca sabes cuando se van a parar en seco, bajar en caída libre o emprender un viaje interestelar por lugares desconocidos. A mí me suele pasar lo primero, por eso intento viajar acompañada, para si ocurre, no estar encerrada entre 6 paredes sola.
Me gustan más las escaleras, son más honestas.